Santo Domingo.- El presidente de la Sociedad de Medicina Regenerativa y Terapia Celular, doctor Roberto M. Fernández de Castro Tezanos, advirtió que los organismos internacionales encargados de velar por la salud de la humanidad tendrán que cambiar el paradigma de salud curativa por la preventiva, si quieren enfrentar a la pandemia más generalizada del mundo, como son las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y metabólicas (ECNM).
El también pasado presidente de la Sociedad Dominicana de Cardiología (SODOCARDIO) dictó la conferencia “Conflictos, hambrunas y enfermedades”, en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña (BNPHU), actividad a la que asistió el director de la institución, el periodista y escritor Rafael Peralta Romero.
El facultativo se quejó de que organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre otros, se han concentrado en la pandemia de COVID-19, olvidándose de las enfermedades ECNM, que en el siglo XX han matado a 1,680 millones de personas en todo el mundo.
Consideró que los organismos internacionales tendrán que recomendar a sus países miembros priorizar sus recursos para mejorar la educación, si quieren tener éxito enfrentando a la “pandemia más asesina y generalizada de la humanidad”, como son las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y metabólicas.
“Los organismos internacionales como la OMS-OPS, BM, FMI, FAO concentrados en la pandemia de COVID-19, tendrán que reinventarse y cambiar su paradigma de salud curativa por el de “Educación, promoción de salud y prevención”, manifestó el galeno.
Fernández de Castro, cardiólogo intervencionista del Centro Cardiovascular Dominicano, destacó que la obesidad y el sobrepeso a finales del siglo pasado emergió como una “pandemia mundial”, provocando un incremento de los casos de diabetes, hipertensión arterial, dislipidemias y de la mortalidad total.
El conferenciante dijo que en el mundo existen más de 2,000 millones de obesos, con una mortalidad anual de cuatro millones de personas y que se ha triplicado la prevalencia de esa condición en los últimos 25 años.
Además, se refirió a los estragos provocados por el virus del SAR-COV2 en el mundo, al cerrarse ciudades y países enteros, deteniéndose todas las actividades económicas y generando un pánico colectivo.