El primer ministro bahameño, Philip Davis, solicitó este lunes que se apliquen medidas contra el tráfico de armas provenientes desde Estados Unidos hacia las Bahamas y el Caribe, ya que estas «eventualmente terminan en manos de criminales, lo que contribuye a un alto número de lesiones y muertes».
Durante su mensaje de apertura de la 36.ª Reunión General Anual y Conferencia de Comisionados de Policía del Caribe, Davis declaró que «más del 90 % de las armas confiscadas y utilizadas como armas homicidas en las Bahamas se remontan a fabricantes y armerías estadounidenses». Además, indicó que a pesar de que «la producción de armas pequeñas, municiones y sus componentes es ilegal en las Bahamas», existe «una brecha entre las estadísticas y la realidad».
El mandatario afirmó que le dijo «a las autoridades estadounidenses que el derecho a portar armas en Estados Unidos no significa también el derecho a traficar esas armas hacia los países del Caribe», señalando que discutió el tema con funcionarios del «más alto nivel», aunque no especificó con quién.
Más adelante, Davis manifestó ante la prensa que «la mayoría de las armas que se usaron en actos violentos» en las Bahamas han sido rastreadas hasta «tiendas específicas de Estados Unidos» e incluso se conoce a las personas que las compraron.
«Les estamos diciendo a los estadounidenses que deben hacer más y, aunque no queremos involucrarnos en su problema interno sobre el derecho a portar armas, nos preocupa que los compradores de armas no solo las compren para portarlas, sino para exportar y traficar, y se necesita una intervención», concluyó.
De acuerdo con información policial, citada por Reuters, marzo fue uno de los meses con la cifras más altas de homicidios registrados en Bahamas, con 22 personas asesinadas. Se cree que estas muertes están relacionadas con conflictos entre pandillas y disputas por drogas. Asimismo, las autoridades informaron de la incautación de aproximadamente 172 armas de fuego en este año.
Fuente: RT