JÚPITER, Florida — El receptor puertorriqueño Yadier Molina estuvo ahí cuando el dominicano Albert Pujols era una estrella en ascenso con los Cardenales. También cuando Pujols ganó tres premios al Jugador Más Valioso para ayudar a la franquicia a conquistar dos títulos de Serie Mundial. Además, Molina estaba cerca cuando Pujols regresó a San Luis — primero con los Angelinos y el año pasado con los Dodgers — y recibió una bienvenida de héroe por parte de los fieles aficionados que prefieren olvidarse de que ambas partes decidieron tomar rumbos diferentes hace más de una década.
La “hermandad” entre Molina y Pujols siempre se ha mantenido firme, pero Molina siempre dudó que podría volver a jugar junto al futuro al Salón de la Fama porque, a fin de cuentas, el béisbol también es un negocio.
Todo eso cambió a altas horas de la noche el domingo, cuando Pujols llegó a un acuerdo de un año con los Cardenales que inicia un reencuentro con Molina, el lanzador veterano Adam Wainwright y un equipo de San Luis en el que fue una estrella del 2001 al 2011, fue convocado a nueve Juegos de Estrellas y tuvo un trecho de 10 años con promedio de al menos .300 y 30 jonrones.
Nadie, con la excepción del mismo Pujols, estaba más contento por la noticia que Molina, quien compartió una amigable llamada por FaceTime con su otra vez compañero en el clubhouse de los Cardenales la mañana del lunes. El nuevo capataz de San Luis, el quisqueyano Oliver Mármol, y el coach de la banca Skip Schumaker — excompañero de Pujols en San Luis — también compartieron sonrisas durante la video-llamada.
“Acabo de hablar con él. Tenía la esperanza de que sucediera, y ahora aquí estamos”, declaró Molina, quien debutó el lunes en la Liga de la Toronja como el receptor de Wainwright contra los Astros. “Es maravilloso cada vez que tienes a un jugador como Albert y lo que trae al clubhouse. Por teléfono me dijo que había firmado. Está contento de estar aquí y me alegra que todo saliera como él quería”.