El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este martes, al borde de las lágrimas, que sus hijos han sido perseguidos y acosados desde que eran unos niños, a partir de que él se convirtió en un político opositor.
«Tengo la ventaja, si se puede decir así, de que hemos sido espiados durante muchos años, desde que ellos estaban pequeñitos», afirmó en una rueda de prensa, en la que volvió a referirse a los reportajes sobre las sospechas por presunta corrupción o conflictos de interés que involucran a su hijo José Ramón López Beltrán.
López Obrador explicó que cuando comenzó a militar como un político opositor en Tabasco, en su estado natal, incluso le costó trabajo conseguir escuelas porque nadie quería inscribir a José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso, los hijos que tuvo con su primera esposa Rocío Beltrán, fallecida en 2013.