Pueblo dominicano dentro y fuera del país, en condición de hermano y a la vez de hijo de nuestra madre patria la República Dominicana, me presento ante ustedes, en esta como en todas las demás ocasiones, quiero hacer énfasis en la consagrada labor que todos tenemos como hijos del mismo país, que es la de mantener la soberanía nacional, luchando con tenacidad y defendiendo con altura, los valores patrios que le dieron origen a nuestra tierra de los encantos, nuestro pedazo de cielo dentro del caribe, nuestra bella quisqueya.
He cumplido como mi valor y aunque mi edad es avanzada siento que no es momento de tomar descanso, lo hare tras mi muerte y si aun después de esta se me permitiera trabajar, seguiré en favor de mi patria, porque mientras mis pies tenga la fuerza para caminar y mi mente siga dispuesta a soñar en la libertad, seguiré firme en favor de la soberanía de mi pueblo, pero en cuanto a ustedes que son la fuerza y la sangre nueva de la patria, no se pongan excusas para seguir en la defensa, ámenla y no importando cual sea la posición en la que le competa estar no abusen de ella, pues no merecemos los maltratos de los hermanos y el que se atreva a hacerlo ya es un enemigo de la patria.
Juventud, a ti que eres considerada como el divino tesoro, que tienes fuerzas como de búfalo y valor como el león, piensa en tu patria, valora las cosas que parecen simples a la altura de lo más valioso, porque el privilegioso hecho de hoy tengamos un himno nacional y podamos izar una bandera, bajo los tres conceptos más grandes de la humanidad, fue porque pagamos el precio de la libertad utilizando como única moneda la sangre derramada por los patriotas y la ofrenda de sus vidas en favor de la patria.
Valora tu historia, estudia y pon en alto la memoria de Dios y la de los hombres que la formaron, no des espacio a la ignorancia porque esto es un golpe mortal a la libertad, porque al ignorar lo que no hemos peleado los descuidamos y al perderlo nos quedamos como esclavos con deseo y hambre de libertad, porque lo que más duele es perder lo que siempre tuviste que no valoraste pero que nunca dejo de ser importante.
No permitiré que los segundos de la vida se vuelvan rutina, que las horas de mi existencia no me permitan hacer lo que tenga que hacer, como participe de la libertad por la que luchamos se lo que se sufre siendo esclavo y no podemos descuidar lo que nos hizo libre, edúquense, pues en los libros me surgió la inspiración de conocer otras tierras y al lograrlo también sentí el deseo de vivir en una patria libre y soberana, tras conocer la libertad me convertir en un siervo de mi patria, y quiero que ustedes reciban la antorcha, para seguir colocando en alto nuestra identidad y mantenerla. “Que solo nos impida vivir en ella la muerte, pero no la ignorancia, porque si nos olvidamos de ella nos puede ser arrebatada.”
Gobernantes este es tu pueblo, que ha echado a tus pies su confianza para que le gobiernes de la mejor forma, solo esperan de ti el gesto empático de un hermano, haz que se sientan en casa, en un ambiente donde todo sea asequible, que se puedan enamorar de su país y no que parezcan mendigos refugiados en una tierra que no conocen, recuerden nuestras raíces. La unidad fue la fuerza que nos hizo libre, no medimos el color ni la posición para lograrlo, unimos fuerzas y recibimos favor del cielo para conseguir la libertad de nuestra patria.
Dominicanos presentes y ausentes, luchemos con todo el amor y la disposición posible, para que evitemos llorar porque lo que siempre fue nuestro, reitero uno de los pensamientos que me permitió ser anciano en la lucha tras la soberanía de mi pueblo “Vivir sin patria, es lo mismo que vivir sin honor”.
Atte.: Darwin Leonardo Vázquez Pérez