Santo Domingo. -“He visto a mi familia y a mis amigos sufrir y desgastarse, he tenido que incurrir en gastos significativos en pago de abogados, mis negocios y proyectos se estancaron y perdí a un hijo que se fue a la tumba atormentado por mi situación”.
Este balance lo hizo Ángel Rondón Rijo, principal imputado por los US$92 millones de los sobornos de Odebrecht, durante el último día del juicio de fondo, en el que aprovechó para declararse inocente y referir que tiene fe en Dios y en la justicia.
“Debo decir, tanto a las juezas que hoy me escuchan por última vez, al Ministerio Público… como a la población dominicana, que me queda la tranquilidad y la paz de que, como siempre he dicho, no soy la persona que Odeberehct utilizó para dar sobornos a funcionarios”, dijo.
Rondón se definió a sí mismo como un “empresario próspero y de éxitos desde los años 1980”, y que ha representado a Odebrecht como otras empresas extranjeras.
Junto a Ángel Rondón Rijo, son procesados Víctor Díaz Rúa, Conrado Pittaluga Arzeno, Tommy Galán, Andrés Bautista y Juan Roberto Rodríguez.
La Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca) asegura que este grupo de acusados incurrió en actos de corrupción, y por tanto, deben ser condenados. Explica que la corrupción es un cáncer que priva a los dominicanos de una mejor calidad de vida, de una mejor educación y va en contra del progreso del pueblo dominicano.