El algodón de Xinjiang es uno de los mejores tejidos del mundo. También, dicen los defensores de los derechos humanos, es producido usando mano de obra sometida a trabajo forzoso.
Algunas marcas de ropa occidentales lo han eliminado de sus cadenas de suministro, lo que ha provocado una reacción negativa de parte de celebridades y de internautas chinos.
Bienvenidos a la disputa sobre el algodón de la región china de Xinjiang.
¿Cuáles son las preocupaciones sobre el algodón de Xinjiang?
Grupos de derechos humanos dicen que la minoría uigur de Xinjiang está siendo perseguida y reclutada para realizar trabajos forzados.
La evidencia que ha sido mostrada a la BBC sugiere que cada año más de medio millón de miembros de la minoría uigur están siendo enviados a trabajar en la temporada de recolección de algodón en condiciones que parecen aumentar el ya alto riesgo de que sean coaccionados.
Rastrear el algodón hasta una granja específica es casi imposible: simplemente hay demasiadas.
Piense en la cadena de suministro como un reloj de arena: hay cientos de miles de granjas y casi la misma cantidad de fábricas de ropa. Las hilanderías en el medio son el punto angosto, donde el algodón se mezcla y se convierte en hilo.
Los mecanismos de certificación de las fábricas de algodón, como Yarn Ethically & Sustainably Sourced (Yess), funcionan para eliminar el trabajo forzoso de la cadena de suministro.
Pero eso resulta de ayuda limitada para el consumidor que solo está comprando un par de jeans en la página web de un comercio minorista.
«Si realmente quieres estar seguro de poder determinar el origen del algodón en tus jeans, debes buscar algodón orgánico de Soil Association o Fairtrade», aconseja Clare Lissaman de Common Objective (CO), una plataforma de abastecimiento de moda sostenible.
¿Qué dice China?
China rechaza las acusaciones de utilizar trabajo forzoso y niega estar manteniendo a los uigures en campos de detención.
Pekín también asegura que los campamentos son instalaciones de «reeducación» que se utilizan para combatir el terrorismo.
Muchos chinos han propuesto hacer un boicot a las marcas occidentales, incluidas Nike y H&M, después de que expresaron su preocupación por el presunto uso de mano de obra uigur sometida a trabajo forzoso.
En las últimas décadas, la migración masiva a Xinjiang de chinos pertenecientes a la etnia Han (el grupo mayoritario del país) ha alimentado las tensiones con los uigures, que en algunos momentos ha derivado en hechos de violencia con consecuencias mortales.
Esto ha resultado en una represión masiva y en un extenso programa de vigilancia estatal, que según los críticos viola los derechos humanos de los uigures.
China dice que tales medidas son necesarias para combatir el separatismo y el terrorismo.
Las autoridades chinas han detenido a uigures en campamentos, desde donde han surgido denuncias de tortura, trabajo forzoso y abuso sexual.
Pekín niega estos señalamientos y afirma que estos centros son instalaciones de «reeducación» destinadas a sacar a los uigures de la pobreza.
Fuente: BBC News Mundo