Alabama, EE.UU.-En medio de la pandemia del coronavirus, una niña de siete años oriunda de Homewood, Alabama, decidió abrir un puesto de limonada en la panadería de su madre durante el verano de 2020, con la intención de poder comprarse ella misma los juguetes y zapatos que quería.
Sin embargo, el impulso emprendedor de la pequeña tuvo que redefinir su objetivo primario poco más de medio año después cuando en enero pasado la familia de Liza Scott se enteró que la niña tenía tres malformaciones cerebrales raras que le habían provocado dolorosas convulsiones y que era necesaria un procedimiento quirúrgico en su cabeza para evitar una hemorragia cerebral o una afectación cerebrovascular, de acuerdo con la cadena CBS 42.
Lejos de sucumbir ante el desgarrador diagnóstico médico y al ver la preocupación de su familia por los altos costos que conllevaría su operación, Liza no perdió el ánimo desde el hospital donde estaba luego de sufrir un par de convulsiones y se ofreció para recaudar dinero para costear su operación con su puesto de limonada.
A pesar de las dificultades económicas que se han instalado en muchas familias a causa de la pandemia, las ganas de Liza por encontrar una solución a su problema detrás de su puesto de cajas de madera colorido en el que ofrece limonada por 25 centavos, entre otras cosas, conmovieron a la comunidad a tal grado que ha logrado recaudar unos 12,000 dólares -casi todo en donaciones-.
Elizabeth Scott, madre de Liza y de un pequeño más, indicó que si bien le dejó claro a su hija que no tenía que recaudar dinero, al ver que los gastos hospitalarios de tan solo una semana se incrementaban decidió también ponerse manos a la obra y abrió una cuenta de recaudación de fondos por internet en el que se han juntado más de 300,000 dólares.
Además de dinero, Liza ha recibido ofertas de vuelos y alojamientos gratuitos para cuando viajen a Boston, donde se someterá a su operación. “Nos sentimos muy amados […] Estados Unidos es realmente genial”, dijo Elizabeth.
De acuerdo con la agencia AP, Liza fue rápidamente aceptada como paciente en el Boston Children’s Hospital, donde un representante dijo que el doctor Ed Smith, neurocirujano, y el doctor Darren Orbach, radiólogo intervencionista, serán parte de un equipo que la operará el próximo lunes.
Después de la intervención quirúrgica, Liza tendrá que tener visitas de seguimiento al hospital hasta que cumpla 30 años.
Ahora, mientras va y viene dentro de la panadería que su madre lleva con su abuelo, Liza continúa con su ímpetu para seguir ayudando a su familia en todo lo que se requiera. Valiente, dice que no piensa demasiado en esa “cosa de mi cerebro” pero aunque asegura no estar preocupada, dijo: “sí tengo miedo”.
EFE.