La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recibido reportes sobre la detección de 650 supuestos casos de hepatitis infantil de origen desconocido en 33 países, informó la organización en un comunicado.
Al menos 38 pacientes necesitaron un trasplante de hígado y se han registrado 9 casos letales.
Los casos fueron registrados entre el 5 de abril y el 26 de mayo de este año. Asimismo, hay otros 99 casos sobre los que todavía no han sacado conclusiones definidas.
Del total de casos, 374 se han detectado en 22 países europeos, incluidos 222 en el Reino Unido. Mientras que en Estados Unidos la cantidad de enfermos es de 216.
El organismo sanitario internacional subrayó que la cantidad real de los enfermos podría estar subestimada debido a capacidades limitadas de monitoreo ‘in situ’, entre otras razones.
La OMS considera como «moderado» el riesgo de propagación de la enfermedad a nivel global.
La fuente y forma de transmisión del potencial patógeno todavía se desconocen por lo que es imposible evaluar las perspectivas de evolución epidemiológica, señala la OMS, que no excluye transmisiones de persona a persona citando varios informes de casos relacionados.
El 75 % de las muestras de biomaterial revelaron la presencia de un adenovirus, pero no hay datos completos al respecto en otros países.
La hipótesis de que la hepatitis podría ser un efecto secundario de la vacunación contra el covid-19 no se confirma ya que la mayoría de los niños afectados no habían sido vacunados.
La OMS recomienda que los países detecten, investiguen y reporten los casos potenciales de la enfermedad e insta a seguir las medidas de precaución sanitaria como lavarse las manos, evitar lugares de concentración de personas y ventilar las habitaciones.