El caso está siendo investigado por el FBI y el Servicio Secreto.
Un pirata informático accedió a una planta de tratamiento de agua en Oldsmar (Florida, EE.UU.) y alteró los niveles de una sustancia que se utiliza para tratar el agua del grifo. La «terrible intrusión» ocurrió el pasado viernes, cuando el desconocido obtuvo acceso de forma remota al sistema informático que controla los procesos químicos de la planta, según informó este lunes el alguacil del condado de Pinellas, Bob Gualtieri, en una rueda de prensa.
El ‘hacker’ elevó la concentración de NaOH (hidróxido de sodio o soda cáustica) del agua potable en casi 100 veces. A nivel de tratamiento de agua, esta sustancia se utiliza en pequeñas cantidades para eliminar los metales y así reducir la acidez, pero en altas concentraciones puede ser venenosa. El NaOH es además el ingrediente principal de los limpiadores de drenaje líquidos y se cataloga como un químico altamente corrosivo.
Un operador de la planta notó por primera vez el sospechoso acceso remoto en la mañana del viernes, pero no le dio demasiada importancia, ya que es común que otros empleados ingresen y salgan del sistema para solucionar problemas técnicos. Sin embargo, cuando volvió a acceder a la red en la tarde, el trabajador se percató de que el desconocido estaba accediendo a programas a través de su propia computadora y que podía manipular las funciones que controlan el nivel de productos químicos, recogen medios locales.
Después de permanecer en la red durante unos cinco minutos, el intruso salió del sistema y el operador anuló los cambios. Según precisó Gualtieri, la población «nunca estuvo en peligro» y no se llegaron a producir «efectos adversos significativos» en el suministro de agua potable.
Las autoridades subrayaron que incluso en el caso de que nadie en la planta hubiera notado el ataque cibernético, el agua alterada no habría llegado a las tuberías principales, ya que existen mecanismos de monitoreo del pH que habrían detectado los niveles de hidróxido de sodio e impedido el suministro.
Por el momento no está clara la identidad del responsable ni si sus acciones se realizaron desde EE.UU. o el extranjero. El caso está siendo investigado por el FBI y el Servicio Secreto, mientras que la planta ha desactivado el programa remoto que permitió el ataque y está considerando actualizar su ‘software’ para evitar otro hackeo. La oficina del alguacil y los funcionarios de la ciudad recomendaron a los municipios vecinos estar alerta contra posibles ataques cibernéticos a sus sistemas industriales.
RT Actualidad