Un niño de cinco años, llamado Rayan, se encuentra atrapado desde el pasado martes en un pozo de 32 metros de profundidad cerca de la ciudad de Chauen (Marruecos), donde las operaciones de rescate continúan hasta este instante, más de 48 horas después del accidente.
Según reportan los medios locales, Rayan se había alejado de la casa familiar para jugar en el campo y cayó al pozo en un momento de despiste. Cuando su madre se percató de su ausencia, dio inmediatamente la voz de alarma, y fueron unos trabajadores quienes escucharon al pequeño atrapado bajo tierra.
Las labores de rescate, dirigidas por la Dirección de Protección Civil de Marruecos, han estado en curso desde el martes por la noche.
Imágenes captadas por una cámara que se hizo llegar hasta el fondo del pozo mostraron que el niño sigue vivo y consciente, aunque parece haber sufrido algunas heridas leves en la cabeza.
Los rescatistas le hicieron llegar una máscara de oxígeno, comida y agua potable. Un equipo médico está en el lugar, listo para tratarlo, así como un helicóptero que lo trasladará a un hospital.
No obstante, la estrechez del pozo (que tiene apenas 25 centímetros de diámetro) ha impedido a los rescatistas acceder a él, por lo que al menos cinco excavadoras están siendo utilizadas para perforar otro hueco más ancho que permita rescatarlo. La excavación se está llevando a cabo con el mayor cuidado posible, para evitar un deslizamiento de tierra que pueda lastimar accidentalmente al niño.