Santo Domingo. -Luisa María Figaris, de 30 años de edad, fue cancelada el pasado uno de junio de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste), sede provincia Monte Plata, donde laboró por ocho años.
La joven fue trasplantada trabajando en la institución y fue desvinculada sin motivo alguno, solo por el cambio de gobierno, según contó al Diario Libre.
“Fui contratada el 13 de julio del 2013 como cajera y al año me enfermé y fui trasplantada del hígado, pero aun así no me limité a mi trabajo y en pocos meses asistía, sin que mi condición de salud me lo permitiese, pero temía a perder mi empleo”, rememora la joven, que asegura nunca ha sido partidaria política.
Continúa diciendo: “Luego de este trasplante yo debo usar medicamentos costosos, hacer visitas médicas rutinarias y sin mi empleo no lo puedo hacer”.
Explica que, pese a sus recaídas, siempre ha dado lo mejor a la empresa. “Pasé unos años mal, sí, pero nunca como ser humano he querido desistir a no trabajar porque soy sola y he tocado muchas puertas en mis recaídas por la falta de recursos para medicamentos u operaciones. En mi cuerpo llevo cuatro operaciones”.
Luisa María Figaris añade que también sufrió una diabetes y que todos esos problemas de salud conllevan gastos, al tiempo que argumenta que nadie elige enfermarse.
Dice que ha tocado muchas puertas y se las han cerrado, por lo que pide a las autoridades y al presidente de la República, Luis Abinader, y a su esposa Raquel Arbaje, mediar en su caso